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Quiero dejarte por aquí una pequeña reflexión sobre el consumo de recursos energéticos de estas nuevas tecnologías generadoras de imágenes.

Como sabes, nos encontramos en medio de un debate bilateral, donde las personas a favor y en contra del uso de la Inteligencia Artificial exponen opiniones y justificaciones, en un escenario donde las regulaciones jurídicas en vigor han quedado obsoletas.

En este debate social, se cuestiona el aspecto ético a la hora de utilizar las imágenes generadas por personas humanas, para entrenar las bases de datos que dan forma al modelo original de cada tipo de tecnología.

En este artículo me gustaría contarte mi opinión al respecto. Te la resumo:

  • Un modelo entrenado con millones de imágenes de internet supone que nuestra imagen supone una parte infinitesimal en este conglomerado total.
  • Por supuesto, nadie debe simular o copiar un estilo concreto de un/a artista, da igual el tipo de herramienta que se utilice (IA, photoshop, collage…)
  • La ética en el uso de cualquier tipo de tecnología (sea IA o no) debe recaer sobre quien la utiliza, sobre todo si estamos hablando de generación de recursos visuales y/o artísticos.
  • El derecho de autor debería proteger cualquier tipo de obra, sea o no generada a través del uso de herramientas de inteligencia artificial, siempre que se demuestre originalidad en la pieza, y la intencionalidad en su creación.

Pero junto a todo esto, debemos tener la certeza de que esta tecnología no va a desaparecer. En todo caso a evolucionar y regularse, pero no se va a limitar su uso a nivel técnico. Y como esto es así, tenemos que pensar en el consumo energético que supone entrenar un modelo con decenas de millones de imágenes. Si un entrenamiento de 30 imágenes supone más de una hora en una CPU de 24 Gigas de memoria, ¿imagináis entrenar ese modelo al completo? Precisamente, por eso, tenemos que asumir el uso de estos modelos únicos, y trabajar sobre ellos. No es económica ni energéticamente viable tener que entrenar desde cero una base de datos, cada vez que tengamos que afrontar un nuevo proyecto. No podemos enfrentarnos a ese coste:

  1. Porque el planeta no se lo puede permitir
  2. Porque económicamente tampoco podríamos, y esto haría accesible la herramienta solo a las empresas más pudientes.

Por supuesto, todo este argumento se puede apoyar con cálculos de consumo de emisión de dióxido de carbono o de consumo kw/hora y demás gráficas y análisis realizados por especialistas mucho más cualificados que yo. Por eso, quiero hacer una pequeña referencia a paper de investigación «The Carbon Emissions of Writing and Illustrating» de varios autores (ver el documento completo) . Este estudio nos deja un titular muy poderoso: «Al crear una imagen en Dall-E, los sistemas de inteligencia artificial producen 2500 veces menos dióxido de carbono que un/a artista humano de Estados Unidos»:

Conclusión

La lógica tiene que estar siempre por delante de cualquier decisión, y es por lo recomiendo no prestar tanta atención a lo que indican los medios y las personas que se autodenominan gurús, y centrarnos más en intentar entender cómo podemos utilizar esta tecnología en nuestro beneficio, pero sin hacer daño ni incumplir ninguna ley. Parece complicado, pero de verdad que no lo es. Todo va encajando de forma orgánica.

Por esto, no tengas miedo a utilizar los sistemas de Inteligencia Artificial, sobre todo si puedes modificar tus propios modelos con tu contenido visual. Verás cómo se convierte en una herramienta muy útil, y que logrará que tus ideas y tu trabajo alcancen la dimensión que habías imaginado.


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